Abre tus ojos y toma la Biblia. Puedes, por ejemplo, buscar Génesis 31, versículo 11, que dice: " Y me dijo el ángel de Dios en sueños: Jacob. Y yo dije: Heme aquí" y lo vas a ajustar de manera como si tú lo estuvieras diciendo para ti. Crédito: Shutterstock