Los motivos que impiden que Venezuela asuma la presidencia del Mercosur
Nicolás Maduro, Presidente de Venezuela
La situación es compleja. La rotación de la presidencia del Mercado Común del Sur se define alfabéticamente entre los países que lo integran. Pero la relación de los fundadores con Venezuela, ha modificado el orden normal de la alternancia del mando en 2016. Es que las tensiones internas y políticas en Venezuela, que pone en tela de juicio el grado democrático de su gobierno, se contradice con los estatutos medulares del Mercosur.
El 13 de agosto de este año fue la fecha límite para que Venezuela jurara en sus funciones y para que cumpla con una serie de normas jurídicas del bloque, incluídas las que tienen que ver con los derechos humanos.
Datos claves para entender el tema
Pueden visualizarse dos puntas en el conflicto por la presidencia: la de Uruguay, que entiende que al país bolivariano le corresponde tomar el cargo del bloque; y la de Brasil, Paraguay y Argentina, que no están de acuerdo en que autoridades bolivarianas asuman el cargo hasta 2017 y, como alternativa, proponen un co-gobierno entre todos los integrantes del bloque.
En Venezuela, sobre todo desde que Nicolás Maduro asumió como nuevo presidente tras la muerte de Hugo Chávez, no están del todo dadas las garantías en materia de derechos humanos y civiles. Desabastecimiento de alimentos, muertes por violencia y por falta de medicamentos en los hospitales, torturas, represión de estudiantes, persecución y encarcelamientos de políticos opositores y empresarios. Y la lista sigue.
Dato no menor es que la Organización de Estados Americanos (OEA), que funciona como un foro para la integración y toma de decisiones para fortalecer la paz, seguridad y consolidar la democracia en el continente, viene cuestionando el rumbo del gobierno de Maduro desde el año pasado.
Su secretario general, el uruguayo Luis Almagro, se ha expresado en varias oportunidades por el referéndum revocatorio del gobierno de Maduro y los DDHH en la república bolivariana.
El Mercosur, a través de su Carta Democrática, impide la pertenencia a la comunidad de países no democráticos. En esta línea, tres de los fundadores (Argentina, Brasil y Paraguay) se negaron a reconocer a Venezuela como nuevo presidente del bloque.
Sede del Parlasur en Montevide, Uruguay
A su entender, hasta que termine el año 2016, el país caribeño no debería asumir sus funciones. Por ello, Argentina propuso la idea de un co-gobierno a través de un colegiado, lo cual fue aceptado rápidamente por Brasil.
Uruguay, por su parte, parece estar más del lado de Venezuela que del de los otros fundadores. En agosto, a través de su canciller, Rodolfo Nin Novoa, el gobierno de Tabaré Vazquez rechazó la posibilidad de que la presidencia del Mercosur sea manejada por un colegiado, tal como propusieron Paraguay, Argentina y Brasil. “ Venezuela tampoco lo va a aceptar”, descartó.
"Dictadorzuelo". Así describió Almagro, el secretario general de la OEA, a Nicolás Maduro
Además, Nin Novoa aclaró que “no hay sanciones contempladas para aquellos que no se adhieran a estas normas. Nadie ha previsto esta situación o un colegiado en el Mercosur”.
Por si fuera poco, el canciller denunció que Brasil intentó comprar el voto de Uruguay en el Mercosur para que Venezuela no asuma la presidencia, que le corresponde por el sistema de rotación alfabético. Sin embargo, días más tarde expresó que se había tratado de un "malentendido". Así lo corroboró José Serra, canciller brasileño: "Recibí una llamada del canciller Nin Novoa, explicó que todo fue un malentendido y el asunto está superado.
Ahora, lo único que queda es esperar a la cumbre que se realizará el próximo 23 de agosto en la sede del Mercosur, en Montevideo. Allí se debatirá sobre la idea de colegiado, propuesto por Argentina, Brasil y Paraguay, y si Venezuela cumple o no con la Carta Democrática del bloque.
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