La relación entre el grunge y la muerte: Cobain, Cornell y otras tragedias
La muerte de Chris Cornell, vocalista de Soungarden y Audioslave, sacudió a la industria musical pues él era uno de los últimos representantes del Grunge, un movimiento musical e ideológico característico de la llamada "Generación X".
Cornell fue una persona obligada a ser escuchada cuando se disponía a hablar de la escena musical de Seattle y una persona con una sobresaliente capacidad de análisis, sin embargo, sus entrevistas y declaraciones estaban cargadas de cierta nostalgia.
El caso de Cornell revela algo que viene de muchos años atrás: los músicos del Grunge están relacionados con la depresión y la muerte. Casos como el de Layne Stanley y Mike Starr ( fallecidos de Alice in Chains, ambos por sobredosis de drogas), Shannon Hoon (ex vocalista de Blind Melon, muerto por sobre dosis de cocaína), Andy Wood (ex miembro de Mother Love Bone, muerto por sobredosis de heroína) y el más icónico de todos, Kurt Cobain (suicidio por arma de fuego) son muestras de ello.
No estoy diciendo que por ley todo grungero va a ser un suicida en potencia, pero Yotam Kramer de la Universidad Europea Central de Budapest en su estudio La vida social de la muerte: Suicidio y autodestrucción en la escena del Grunge de Seattle explicó que existe una tendencia al daño a uno mismo surgido del deseo de extender el ser hasta las últimas consecuencias, ello debido a que existen dos seres dentro de uno mismo: el ser social y ser individual. Al suicidarse o hacerse daño se termina por prolongar el primero, esto lo podemos ver a través de la historia de diversas personalidades del mundo de la literatura o la música.
En "El suicidio", Émile Durkheim estableció que el estado social es una realidad en sí misma; nos casamos con la idea colectiva de las cosas y de las personas, en donde la moral y acciones sociales están contenidas...
Ahora en cristiano
Imagina que te gusta Dragon Ball Z y sabes que Gokú es el héroe de la serie, sabes que peleará por sus amigos y terminará salvando a todos siempre que haya problemas. Ahora, si muere y nunca regresa a la serie lo primero que extrañaremos será al ser valeroso que peleaba por sus seres queridos por lo que vimos, sin embargo, olvidaremos su vida "privada" para dar relevancia a lo que la sociedad hizo de él.
Por ellos es que cuando algún artista muere, su arte aumenta en valor, se incrementan las ventas y por todos lados podrás ver algo relacionado a esa persona. Porque queremos valorar lo que como colectivo sabemos sobre el sujeto (en positivo).
Estas muertes terminaban por detallar lo que explicaba Durkheim: querían ser vistos, conocidos, saber lo que pensaban de ellos para finalmente ser parte de la sociedad y recordados por todo lo que hicieron. Decidir y encontrarse a si mismos en una sociedad donde no han encontrado identificación.
Justo como la idea general de la llamada "Generación X" la de autoconfirmar la existencia y saber que tenemos un propósito en el mundo. Ello se relacionaba con la desesperación, el dolor, la capacidad de ser libres y, por supuesto, la muerte.
Las drogas y la autoconfirmación
Los 16 representativos del grunge eran adictos a algún tipo de droga, ello derivado de la falta de empleos en Seattle en la época. En diversas ocasiones se apoyaron para entrar a rehabilitación, como Mike McCready, guitarrista de Pearl Jam, y Layne Stanley. Kramer explica que "la muerte de (Andrew) Woods no puede verse como un incidente aislado, sino como un precursor de los eventos venideros". Esto, explica, debido a que ningún miembro de la banda dejó el consumo de heroína e inclusive se volvió una parte de la moral representativa del género.
Chris Cornell, quien se quitó la vida era roommate de Andrew Woods cuando murió por sobredosis.
Cobain es la encarnación de esta ideología
Quieren existir, ser representantes de algo, determinar su existencia en este mundo y Cobain lo hizo durante su salida de rehabilitación en 1993, donde definió una decisión que para él era importante: "ser o no ser". Su recaída en las drogas a los pocos días lo dejó claro: "no ser". Entonces dejó una larga nota suicida y tomó su vida.
No podemos negar las influencias de estos grandes artistas en la cultura popular, pues todavía podemos ver la actitud rebelde y el duelo diario de toda una generación que trata de encontrarse.
Lo que hizo Cobain y muchos otros, hoy puede ser visto como el acto definitivo de confirmación, en el que decidieron rendir tributo a una moral definida, y que hoy, la llama revive con intensidad con la muerte de Chris Cornell.