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Belleza natural

Razones para amar nuestro cuerpo después del embarazo

Publicado 27 Feb 2015 – 07:00 PM EST | Actualizado 2 Abr 2018 – 09:15 AM EDT
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Es un hecho que nuestro cuerpo cambia con el embarazo. Algunas mujeres nos vemos más afectadas que otras y en la búsqueda de la perfección nos la pasamos consultando métodos para volver a ser como antes y desaparecer las estrías o perder kilos.

Pero ¿y si en lugar de luchar contra la naturaleza aprendemos a aceptar nuestros cuerpos y, mejor aún, amarlos con las marcas de la maternidad?

Sé que no es fácil y muchas veces nos rehusamos a escuchar consejos de personas que no han estado en los mismos zapatos, pero de mamá a mamá te comparto algunas razones para sentirnos orgullosas de los cambios. Te aseguro que después, cuando te mires al espejo tendrás una sonrisa en lugar de preocupación: 

Las estrías nos recuerdan que nos expandimos

Sí, sí, yo sé que las estrías son marcas muy visibles pero piensa en lo siguiente: también son un recordatorio de la maravillosa capacidad que tuvo nuestro cuerpo para estirarse y guardar un bebé de tres kilos. Además, si tu caso es parecido al mío y eres una mujer delgada, en lugar de lamentarte por tener esas marcas que te alejan del cuerpo ideal, puedes contar la historia de manera diferente y asombrar a todo el mundo con los tremendos veinte kilos que aumentaste en el embarazo o la gigantesca panza que se te hizo. 

Una cicatriz que sonríe

Yo adoro la cicatriz de mi cesárea, incluso le cuento historias a mi hijo de cómo mi vientre sonrió cuando lo vio nacer. Además de que es más fácil con una marca visible contarles a los niños de dónde salieron. ;)

Kilos extra para aguantar

El cuerpo es muy sabio, dice mi madre, y he vivido y escuchado muchas historias de cómo nuestro cuerpo se adapta a las necesidades que un hijo requiere: desde mujeres que ganan peso o lo pierden después del embarazo… en mi caso, aunque me costó algo de trabajo aceptarlo al inicio, si hubiera seguido tan delgada como antes de ser madre (47 kilos) simplemente no hubiera podido cargar con los casi cuatro kilos que pesó mi hijo al nacer y de ahí para adelante.

Cambio en las proporciones

Aceptémoslo, a veces somos muy duras con nosotras mismas y nos fijamos en el mínimo detalle negativo, más aún cuando se trata de nuestro cuerpo, pero la verdad es que muchos de esos cambios son muy beneficiosos.

¿Has escuchado la frase “le sentó bien la maternidad”? Pues precisamente a eso me refiero: las caderas se ensanchan, el busto aumenta, los muslos y las pompas se rellenan; en otras palabras nos llenamos de curvas que lejos de deformarnos, nos muestran que seguimos el curso natural de la vida.

¿Cuál es ese cuerpo perfecto? Para mí es aquel que está lleno de historias, de marcas que representan momentos únicos y que literalmente han cambiado nuestras vidas y ser madre es uno de ellos.

Te invito a comentar y sumar más razones para darle un nuevo concepto a la palabra perfección. 

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