¿Por qué debería preocuparnos (o no) el precio del aguacate?

Uno de los frutos más preciados en Estados Unidos —y bueno, el mundo— es el aguacate.
De acuerdo con la productora Avocados From Mexico los estadounidenses consumen poco más de 5 libras per cápita al año (en gran medida durante los días festivos y eventos especiales como el Super Bowl).
La mayoría de los aguacates que comemos en Estados Unidos provienen de México (que envía al país cerca de 600,000 toneladas al año). De ahí que este verano surgiera la interrogante sobre un posible desabastecimiento del producto después de que en la última semana de junio y la primera de julio el precio se alzara en un 132% y el kilo (2 libras, aproximadamente) llegara a costar hasta 80 pesos (poco más de $4 USD) en México.
Una de las principales razones de la escasez y el consecuente aumento del precio es el daño que una tormenta invernal causó a las cosechas de la primavera. Michoacán, el estado mexicano que produce alrededor del 80% del aguacate, fue el principal afectado.
A esto hay que sumarle que los costos de producción del fruto se elevaron poco más de 30%, según datos del INEGI y que la demanda local es alta, considerando que los mexicanos consumen 15 libras de aguacate per cápita al año.
Aunque en California también se cosecha este fruto, el alza y escasez en México afectan momentáneamente al abasto en Estados Unidos: de acuerdo a la Hass Avocado Board, en abril llegaron a Estados Unidos alrededor de 19 mil toneladas de aguacate mexicano, en mayo fueron cerca de 15 mil y en junio apenas poco más de 7 mil toneladas.
Sin embargo, esta “crisis” (que se puso de manifiesto en redes sociales) es pasajera. La Asociación de Productores y Empacadores Exportadores de Aguacate de México (APEAM), aseguró que el precio se estabilizará a finales de julio o principios de agosto y el flujo de las importaciones volverá a las cantidades habituales.