Meghan estaba radiante, pero su vestido... Te decimos qué le faltó para lucir como princesa

Sin sorpresas. De líneas clásicas y simples, el vestido de la novia de Givenchy tenía cuello barco, manga ajustada 3/4 y falda con poco volumen en triple organza de seda. Nuestro veredicto: la tela rígida, el dobladillo y el corte mal ajustado al cuerpo hicieron que Meghan no luciera en su máximo esplendor.

Diseño de Clare Waigh Keller para Givenchy (2018).

Mira cómo luciría con otros vestidos de novia reales
Vestido a vestido

Con este diseño en seda de color marfil, Diana Spencer se unió a Carlos de Gales en la llamada 'boda del siglo'. Un vestido típico años 80 de corte abullonado y excesivo con 10,000 perlas incrustadas y una larga cola de 25 metros.

Diseño de David y Elizabeth Emanuel (1981).

Kate se casó con el príncipe William con esta creación icónica y memorable en una de las bodas más recordadas de la historia. Un tributo a las tradiciones británicas con un intrincado encaje elaborado a mano y emblemas florales ribeteados.

Diseño de Sarah Burton para Alexander McQueen (2001).

La periodista usó este majestuoso vestido blanco roto para entrar en la realeza española de la mano del príncipe Felipe. Un vestido de elegante sencillez que destacó por su escote en pico con cuello en forma de corola y una cola de 4.5 metros bordada con motivos heráldicos.

Diseño de Manuel Pertegaz (2004).

Así llegó la actriz a su boda con Rainiero III para convertirse en princesa de Mónaco. Un vestido estructurado de encaje y seda con fuertes referentes cinematográficos. Una pieza de cuento de hadas con fajín por encima de una falda levemente abullonada.

Diseño de Helen Rose (1956).

La ex nadadora olímpica sudafricana eligió este sobrio pero elegante vestido recto para su boda con Alberto II de Mónaco. Un espectacular diseño de Alta Costura de líneas rectas en organza y cristales, entallado y con escote barco y una larga cola de seis metros.

Diseño de Giorgio Armani (2011).

Este fue el vestido de novia de la primera boda (de tres matrimonios) de una joven Carolina con el francés Philippe Junot. Un diseño de dos piezas sin cola con un sencillo toque boho. Una original creación con mangas globo y falda con flores bordadas.

Diseño de Marc Bohan para Dior (1978).

Con este vestido de color crema, la heredera sueca se unió a su entrenador personal Daniel Westling. Un diseño minimalista en seda duquesa, con escote barco y fajín. La princesa lució un único y monumental rio: la diadema.

Diseño de Pär Engsheden (2010).

Tan sencillo como su origen, Mette-Marit eligió un simple diseño noruego para casarse con el príncipe Haakon de Noruega. Un vestido minimalista en seda de color marfil e inspirado en el que lució la reina Maud, bisabuela del novio.

Diseño de Ove Harder Finseth (2001).

Con este atuendo, la socialité argentina se convirtió en reina consorte de los holandeses al casarse con Guillermo Alejandro. Un diseño pulcro y delicado de manga larga que destacó por su indudable elegancia. La cola medía cinco metros.

Diseño de Valentino (2002).

Este fue el segundo vestido elegido por la italiana para su boda con Pierre Casiraghi. Para cambiar su atuendo principal, Beatriz elegió este diseño de inspiración helénica con tirantes donde nacía una cauda de gasa que sustituyó al velo.

Diseño de Giorgio Armani Privé (2015).