Cuando fue perseguida criminalmente, la asesina de Selena Quintanilla decidió permanecer callada apegándose a un derecho consagrado en la Quinta Enmienda de la Constitución de EEUU. Pero luego del juicio, Yolanda Saldívar ha contado su versión en múltiples oportunidades a medios de comunicación, algo que no fue capaz de hacer en el banquillo de los acusados.