Lo que nunca vimos: así se portó Julián Gil en sus convivencias con el hijo que tiene con Marjorie de Sousa
Las más de 20 páginas de desagradable conflicto legal, la resolución judicial supone un soplo de aire fresco.
Uno de los puntos más polémicos, probablemente la actriz venezolana aclaró en una sesión judicial en mayo. La sentencia del 23 de octubre recoge esta cuestión. Quedó desestimada.
La actitud de Julián hacia su hijo fue puesta en tela de juicio repetidas veces, y no solo por sus terminó por aborrecer.
El 18 de agosto de 2018, fue Marjorie quien explicaba a los medios, visiblemente afectada, que acababa de dejar a su hijo “cayendo a gritos” en el centro de convivencia para su hora de relación con Julián Gil. Luego confirmados.
Las visitas de Julián
Si algo hace la sentencia del 28 de octubre, aparte de establecer un marco de relación entre los padres y su hijo, es constatar cómo han sido las visitas de Julián Gil con Matías. Hasta ahora, esos encuentros se conocían por el relato de las partes afectadas, pero el documento judicial presenta una versión oficial de esos hechos. Esta descripción se centra en las convivencias ocurridas el 4 y 11 de agosto de 2018:
El pequeño, a pesar de haber mostrado la extrañeza en esos encuentros, según relató el propio Julián, ha establecido una relación de confianza con él.
Sobre el estilo y el ánimo con el que Julián ha abordado estas convivencias, más allá del profundo enojo que siente por la forma en la que se supervisa y regula el tiempo que pasa con Matías, el documento da una imagen cariñosa y comprensiva del actor.
Tanto Marjorie de Sousa como Julián Gil -quien ya expresó su interés en apelar la sentencia- han manifestado en ocasiones que llegará el día en el que tendrán que reestablecer un tipo de relación cordial entre ambos por el bien del hijo que tienen en común. El fallo judicial constató que coninciden en algo: que el bienestar de Matías sí les importa.