El efecto Chiquis: cuando las acciones dicen más que una canción
La conexión de ver a su ‘abeja reina’.
El sábado 16 de junio, Chiquis parecía tenerlo todo en contra (una vez más) . Fuertes vientos, truenos y la caída de casi dos pulgadas de lluvia que inundaron las calles de Amarillo, Texas, amenazaron con boicotear su concierto con La Original Banda El Limón en el Azteca Music Hall.
El domingo, además, se celebraba el Día del Padre y la selección de México debutaba en el Mundial de Fútbol. Mal día para trasnochar. A los seguidores de Chiquis no les importó y afrontaron el desafío con la actitud que demuestra la cantante. Al mal tiempo, buena cara.
Fuente de inspiración
Chiquis ha pasado por todo: pobreza, abusos, rechazo, insultos, tragedias, pérdidas y acoso. Muchos de sus fans la siguen desde sus comienzos y la han visto superar todo eso. Ella ha continuado para adelante, sin darse por vencida, lo que inspira a quinceañeras como Emely Cano, una de las primeras que llegó al Azteca Music Hall, lo mismo que a su madre, Jeannette Ponce, quien la acompañaba.
Cuando les preguntamos qué es lo más que les gusta de Chiquis, ninguna soltó de inmediato el nombre de una canción. No. La conexión con la artista es emocional. Les encanta que es una mujer positiva, “que no le importa lo que nadie diga de ella”. Persigue sus metas, aprende y sobre todo, mantiene “la humildad”.
A ella le gusta “convivir con el pueblo”, aseguraron madre y hija, sin saber que horas antes habíamos sido testigos de un momento de esos inusuales entre público y artista.
La jefa
Crystal Contreras, una de las más de 15,000 ‘abejas’ que forman parte del club de fans de Chiquis llamado ‘ Boss Bee Nation’, no pudo esperar al concierto para ver a “la jefa”, como le dicen algunos.
Pasada la 1 de la tarde del sábado, sorprendió a Chiquis cuando apenas acababa de aterrizar en el aeropuerto Rick Husband. Se le acercó, la miró, sintió “maripositas en el estómago” y creyó que el corazón se le saldría del pecho. Emocionada la abrazó, recibiendo un apretón de vuelta que la estremeció hasta el llanto.
“Se me hizo tan increíble, porque yo estaba llorando y ella me limpiaba las lágrimas y me decía ‘no llores, todo va a estar bien’”, recordaba Contreras ya el domingo en la madrugada, mientras esperaba a que Chiquis subiera al escenario.
“Ella es parte del pueblo, es igual que nosotras. Nos hace sentir amadas, nos relacionamos con ella, con su vida. ¡Y tiene un ángel y un amor con todos nosotros!”, describió Isabel Lara, otra de sus ‘abejas’.
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Estilo propio
Poco antes de las 2 de la madrugada del domingo, Chiquis Rivera agarró el micrófono y se entregó ante sus casi 300 fans con la misma pasión que días antes lo había hecho ante 25,000 personas en Aguascalientes, México.
Les interpretó algunos de sus éxitos, otros de su madre y aunque no cantó ‘El Chisme’, uno de los temas a dúo con su novio, Lorenzo Méndez, sí improvisó en tarima hasta con el ‘Scooby Doo Pa Pa’.
No canta como su madre, tienen razón. Chiquis no es Jenni. Tiene su estilo propio y se retroalimenta con la energía que recibe de sus fans. Tan solo en Instagram cuenta con 2.3 millones de seguidores.
“Es la estrella más grande que vaya a existir. Tanto, que mi mente no alcanza a captar qué tan lejos va a llegar… Se ama y ama a los demás y nos hace sentir amados, nos hace sentir una familia”, dijo Joe Lara, uno de sus mayores incondicionales.
Afuera, en la calle, seguía lloviendo.