Desaparece el cuadro que Diego Rivera pintó de María Félix y que pertenecía a Juan Gabriel
Tras la muerte del cantautor Juan Gabriel, el pasado agosto, se ha hecho imposible conocer dónde está la obra que en el 1949 el muralista Diego Rivera hizo de la diva María Félix, "La Doña".
Aunque se estima que la obra, para la cual María Félix, leyenda de la época dorada del cine posó durante 40 horas desnuda, está valorada en millones de dólares, ésta tendría que ser reevaluada en tiempos recientes pues fue retocada con pintura blanca por un albañil, al cual según contó La Doña ella le dio la orden de hacerlo.
Decía María Félix que su cuarto esposo, el banquero Alex Berger, detestaba la pieza tanto como ella. "Tienes una pierna de palo, parece que estás sentada en el water (baño), estás horrible", recordaba La Doña que vociferaba su marido. Eso la llevó a pedirle a un "nerviosísimo" albañil que le pasara "un poco de blanco, para tapar un poco todo aquéllo... Y el albañil le quitó lo desnudo. Ahora está mejor", reveló en una entrevista a final de la década de los 60.
Casi 20 años más tarde, en los catálogos oficiales de la obra de Diego Rivera, el doctor José Álvarez Amézquita aparecía registrado como el dueño de esta obra, que llegó a sus manos porque María Félix se lo vendió. "Muy mal vendido", consignó La Doña en otra entrevista, sin revelar el nombre de la persona con quien había hecho un negocio flojo.
Sería al doctor Álvarez Amézquita a quien Juan Gabriel se lo habría comprado, aunque hay versiones que apuntan a que el cuadro fue lo que el cantautor seleccionó como pago tras una presentación. Y es que como algunos recordarán, la iración del Divo de Juárez por La Doña fue tan grande que lo inspiró a componerle el tema 'María de todas las Marías', la cual pudo interpretarle el 18 de marzo de 1979, durante la transmisión del programa "Siempre en Domingo", con Raúl Velasco.
"No todos los días se le hace a una mujer una canción y he venido por eso", dijo María Félix en aquél momento, consolidando públicamente la amistad entre ambos; él en ese entonces de 29 años y ella de 64.
Luego de ese momento, en circunstancias que públicamente no han quedado claras (si fue un regalo o el pago por la presentación en la residencia de Álvarez Amézquita) la pintura quedó en manos de Juan Gabriel, quien la mantuvo hasta hace muy poco.
Según aseguró al programa "Hoy" Yolanda Moreno, a del rancho Los Gabrieles, en San Miguel de Allende, Guanajuato, Juan Gabriel mantuvo allí la pintura gigante de María Félix hasta poco meses antes de su muerte, cuando supuestamente el cantautor se la llevó a Ciudad Juárez, para regalársela al exgobernador de Chihuahua, Diego Duarte.
A cambio, Juan Gabriel habría recibido un avión valorado en 23 millones de dólares y al cual bautizaron como 'El Noa, Noa'. Pero en estos momentos, los herederos del cantautor mexicano no tienen ni el cuadro, ni el avión.
Es por eso que Iván Aguilera Salas, hijo mayor de Juan Gabriel y a quien dejó encargado de todos sus negocios a través de su testamento, mantiene activas a las autoridades pues quiere recuperar, sobre todo la pintura, para integrarla al legado de su padre.