Era el 29 de julio de 1981, los ojos del mundo estaban pendientes a la que sería llamada la 'boda del siglo'. Diana Spencer se uniría en matrimonio con el príncipe Carlos, sucesor directo de la corona inglesa. Todos querían saber qué usaría la Princesa de Gales, cómo sería su vestido, quién lo diseñaría. ¿Sorprendería? ¿Sería un acierto? Fueron interrogantes que atiborraron los titulares desde que ambos anunciaran su compromiso en febrero de ese mismo año.