Con un pie fuera de la cárcel Esteban Loaiza, viudo de Jenni Rivera
La jueza federal Esteban Loaiza, viudo de la ‘diva de la banda’ Jenni Rivera, quien encara un cargo de posesión de cocaína con la intención de distribuirla.
Vestido con un uniforme naranja, el lanzador jubilado se presentó este lunes ante la Corte Federal en San Diego para una audiencia de detención, donde la licenciada Janice Deaton informó que la expareja del acusado de 46 años, Ashley Esposito presentará la fianza.
Para recaudar el dinero fianza, Esposito, quien vive en Texas y estuvo presente en sala, refinanciará o venderá su casa, adelantó la reportera María Hurtado de El Gordo y la Flaca.
Una vez se presente el dinero, Loaiza quedará en libertad en los próximos días, con supervisión electrónica mediante un grillete con GPS y bajo arresto domiciliario en la residencia de su hermana María.
El ministerio público, representado por el fiscal Jarad Hodes, objetó sin éxito la imposición de la fianza.
Durante la audiencia también trascendió que Loaiza, quien que ganó más de 43 millones de dólares en una carrera en las Grandes Ligas que se extendió 14 temporadas, se encuentra en bancarrota desde hace varios años y que no tiene la ciudadanía americana, por lo que podría ser deportado a México de ser hallado culpable. El viudo de la intérprete de ‘Paloma negra’, quien nació en Tijuana, solo tiene estatus de residente en este país y sus únicos bienes son un Ferrari y una casa en México.
Los familiares del exlanzador se sentaron en primera fila. Desde allí observaron al hombre entrar al recinto esposado para ocupar la silla de los acusados. Su madre María Socorro Veyna sollozó, mientras que Sage, hijo de Loaiza y Esposito, lloró.
El caso de narcotráfico del exlanzador cambió de jurisdicción el pasado miércoles. Desde ese día duerme en el Metropolitan Correctional Center de San Diego, hasta que complete el trámite de su fianza.
Inicialmente el lanzador retirado encaraba tres cargos estatales por posesión de sobre 20 kilogramos (44 libras) de cocaína, posesión de cocaína con intención de venderla y transportación de sustancias ilícitas. Pero la fiscalía de San Diego retiró esos cargos cuando las autoridades federales presentaron una denuncia en su contra ante el Southern District de California.
En la nueva denuncia, el agente Chad T. Plennes de la istración Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) consignó que el pasado 9 de febrero -día de su arresto- el lanzador retirado “a sabiendas e intencionalmente poseía con intención de distribuirla 5 kilogramos (11 libras) y más de una mezcla que contenía una cantidad detectable de cocaína”.
La declaración de causa probable que acompaña la denuncia ofrece datos adicionales a los divulgados previamente por la Oficina del Alguacil de San Diego, que explicó que agentes de la Unidad de Supresión de Narcotráfico en la Frontera detuvieron a Loaiza cuando saltó una señal de pare, poco después de salir de la residencia que alquilaba en la ciudad de Imperial Beach, al suroeste de San Diego.
Según la Oficina del Alguacil, el exlanzador manejaba una camioneta Mercedes Benz 450 que los agentes investigadores sospechaban se estaba usando en el trasiego de drogas. Esta agencia nunca explicó por qué registró el vehículo, modelo 2010, descubriendo un "compartimiento sofisticado", que se utiliza para esconder contrabando.
Pero la declaración de causa probable explica que los agentes vigilaban la Mercedes gris cuando arribó a una residencia localizada en el 1044 de Fern Avenue, en Imperial Beach. En el lugar, un oficial observó que la camioneta entró a un estacionamiento con espacio para dos vehículos y que la puerta se cerró. Diez minutos después, la camioneta salió del lugar y los agentes la siguieron hasta detenerla en un estacionamiento público.
Entonces, un agente utilizó un can adiestrado para olfatear narcóticos, que detectó rastros de droga en la parte trasera del vehículo, de acuerdo con el documento oficial. Esa alerta llevó a los agentes a registrar el carro y descubrir el compartimiento especial. También, en la camisa de Loaiza, encontraron el control remoto de la puerta de un garaje, que tenía la dirección de la residencia donde lo habían visto estacionarse antes de la intervención.
Armados con esa información, los agentes obtuvieron una orden de registro y allanamiento de la casa, aún sin amueblar, pero donde estaba estacionada una minivan Nissan. En ese carro, los agentes notaron unos bultos de béisbol, algunos de los cuales tenían el apellido del expelotero. Ahí, justo debajo de esas bolsas, divisaron 20 paquetes de lo que aparentaba ser 20 kilogramos (44 libras) de cocaína.
La próxima audiencia será el 5 de abril.