La historia real detrás de 'Somos', ¿los personajes sí existieron? Conoce la verdad
Hace 10 años, el pueblo de Allende fue atacado por el cartel de los Zetas debido a una terrible sed de venganza que inició con una operación fallida de la DEA. Los sicarios de la violenta organización del narco llegaron a este pequeño pueblo de Coahuila en 50 camionetas que se convirtieron en el oscuro presagio de la muerte de cientos de personas.
Durante años, la historia se mantuvo lo más oculta posible pero gracias al impacto que causó el reportaje de la periodista estadounidense Ginger Thompson, James Schamus y las mexicanas Monika Revilla y Fernanda Melchor crearon 'Somos', una serie inspirada en las atrocidades que sucedieron el 18 de marzo de 2011 en Allende.
‘Somos’: la nueva serie de Netflix que revela una oscura masacre ocurrida en México
La nueva producción de Netflix se aventura a mostrarnos el dolor y la tragedia que se vivió en Allende cuando los Zetas irrumpieron las casas de este pueblo cercano a la frontera de Texas. Los criminales tomaron de rehenes a hombres, mujeres y niños, los asesinaron y finalmente calcinaron sus cuerpos en una bodega a las afueras de Allende.
A pesar de estar basada en una tragedia real, Somos es una producción de ficción que nos muestra las consecuencias de «la violencia del narcotráfico desde la perspectiva de las víctimas». De acuerdo con Fernanda Melchor, la guionista de la serie, Somos se inspira en los testimonios reales de los sobrevivientes pero los personajes que vemos en pantalla fueron creados desde cero.
¿Cuál es esta «realidad común compartida de Allende en 2011»? Una tragedia que inició después de que la DEA cometiera un error en su misión por detener a dos de los capos más buscados de los zetas, Miguel Ángel Treviño y su hermano Omar.
El reportaje Anatomía de una masacre de la galardonada periodista Ginger Thompson, en colaboración con ProPublica y National Geographic, nos relata que en marzo de 2011 los zetas atacaron Allende, un pueblo que desde hace años ya tenían bajo su control con actos ilegales como prostitución y extorsión, así como con otras actividades con las que procuraban mezclarse con los locales como ser propietarios de restaurantes, cantinas, auto-lavados, organizar bailes y peleas de gallos e incluso casarse y formar sus familias con oriundos de lugar.
A pesar de estar presentes en la cotidianidad de los habitantes de Allende, los criminales no dudaron en demoler sus casas y comercios, secuestrarlos y matarlos. Este arranque de ira se desencadenó por un error en nuestro país vecino: Estados Unidos.
Después de que la istración para el Control de Drogas (DEA) logró persuadir a José Vásquez 'El Diablo', el distribuidor de cocaína más importante de los Zetas en el este de Texas para que les revelara la ubicación de Miguel Ángel Treviño y su hermano Omar, la operación decidió unir fuerzas con los agentes de la policía mexicana que habían sido previamente entrenados y aprobados por la DEA. No obstante, lo que pudo haber sido una misión exitosa de captura terminó trágicamente en una masacre.
La operación de la DEA llegó a oídos de los Treviño por una filtración de información. En el momento que supieron que habían sido traicionados por alguien de sus filas planearon su venganza. No importó que no supieran exactamente quién había sido el 'soplón', el punto era terminar con cualquier presunto delator, sus familias y toda persona que tuviera un vínculo, por más remoto que haya sido, con sus sospechosos.
Desafortunadamente, su misión asesina también incluyó a muchas personas que se encontraban cercanas a sus acciones, desde adolescentes como Gerardo Heath, un jugador de futbol de 15 años, hasta hombres de familia como Édgar Ávila, de 36 años, que tristemente se encontraron en el lugar y hora equivocada.
La tragedia no terminó con el asesinato de cientos de víctimas y sus cuerpos calcinados. Al día siguiente, con ayuda de operarios de maquinaria pesada, los sicarios demolieron múltiples casas y comercios de Allende e invitaron al pueblo a saquear todo lo que quisieran.
Mientras el caos azotaba al pueblo, las autoridades se mantenían al margen de todo, algunos oficiales de policía y de estancias gubernamentales eran secuaces de los Zetas mientras que otros habían sido amenazados por los criminales tal y como relató Evaristo Treviño, ex jefe de bomberos.
En 2017, cuando se publicó el reportaje de Ginger Thompson, Allende aún estaba manchado con las escenas de los crímenes de la masacre. De acuerdo con el texto, varias cuadras aún yacían en ruinas y mostraban la evidencia de la violencia que se sufrió en marzo de 2011.
Puedes leer el reportaje completo con los testimonios de varios involucrados como agentes de la DEA , familiares de las víctimas y operarios convictos de los Zetas aquí.
Asimismo, puedes conocer un poco más sobre la perspectiva de las víctimas en la seri Somos que llegó a Netflix el 30 de junio de 2021 y consta con seis episodios: los primeros cinco duran alrededor de 45 minutos, mientras que el episodio final tiene una duración de 71 minutos.
También te puede interesar: