La delegación mexicana sigue negociando a contrarreloj para tratar de evitar la imposición de tarifas anunciada por Trump
WASHINGTON, DC.- Un encuentro entre una delegación mexicana encabezada por el canciller Marcelo Ebrard y una estadounidense con el vicepresidente estadounidense Mike Pence al frente culminó "con avances" pero sin un acuerdo para evitar la imposición de tarifas a los productos procendentes de ese país como amenazó el presidente Donald Trump si México no actúa para frenar la inmigración ilegal.
Al encuentro, que se celebró la Casa Blanca el miércoles y duró 90 minutos, también asistieron el secretario de Estado, Mike Pompeo, y el secretario interino de Seguridad Nacional, Kevin McAleenan.
Según informó el canciller Ebrard, en un encuentro que describió como "respetuoso y con buen ambiente" solo se trató el tema migratorio y no las tarifas: "Ambas partes reconocemos que la situación no se puede mantener como está porque los fujos (de migrantes indocumentados) han aumentado demasiado", dijo Ebrard en una rueda de prensa posterior al encuentro en la que informó que las reuniones entre ambas delegaciones continuarían este jueves.
"Hay que ser optimista y más cuando se está en una negociación difícil y con tensión", aseguró el canciller mexicano al ser preguntado por los periodistas sobre si creía que conseguirían llegar a un acuerdo.
"Lo importante es que hay una voluntad de acercamiento", dijo antes de reconocer que EEUU y México tienen diferentes enfoques de cómo afrontar la llegada masiva de migrantes centroamericanos. Según Ebrard, mientras el gobierno de Trump quiere medidas punitivas e inmediatas, la istración de Andrés Manuel López Obrador aboga por medidas que tengan efectos a más largo plazo.
Desde Irlanda, donde estaba en un viaje de Estado, Trump reaccionó, como ya es habitual, a través de su cuenta de Twitter.
"Se han hecho avances pero no lo suficiente", escribió en una serie de mensajes con tono de arenga electoral en el que culpó del alto número de detenciones en la frontera a México y a los demócratas en el Congreso. "Las reuniones continuarán mañana y si no se llega a un acuerdo se impondrá la tarifa del 5% el lunes con incrementos mensuales como estaba previsto".
El presidente insistió así en su amenaza de aumentar de forma progresiva los aranceles a los productos mexicanos empezando por un 5% el 10 de junio hasta alcanzar un 25% el 1 de octubre si no reduce drásticamente el flujo de migrantes de América Central que se dirigen a Estados Unidos.
Ebrard dice que hay avances y la Casa Blanca no los ve suficientes
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, indicó este jueves en la mañana que "todas las opciones" están sobre la mesa en caso de que finalmente no se llegue a un acuerdo.
"Se están viendo todas las opciones, pero nuestra postura es conservar, ante todo, la amistad con el pueblo de Estados Unidos", afirmó en su conferencia de prensa.
Este jueves, las reuniones continuaron con la presión de que, si no se llega a un acuerdo, los aranceles entrarán en vigor el lunes.
Al salir del departamento de Estado, el canciller Ebrard se mostró optimista al asegurar que se habían logrado algunos avances. Sin embargo, para la Casa Blanca no son suficientes.
"Parece que estamos yendo por el camino hacia los aranceles, porque lo que hemos visto por ahora es que lo que están proponiendo los mexicanos simplemente no es suficiente”, dijo la directora de comunicaciones de la Casa Blanca Mercedes Schalpp en declaraciones a la cadena Fox News.
La reunión entre Ebrard, Pence y Pompeo se produjo el mismo día en que se conoció que más de 130,000 inmigrantes indocumentados fueron arrestados en mayo en la frontera sur, principalmente familias centroamericanas que se entregan para pedir asilo, una cifra que supone un incremento de más de 30% en relación con el mes de abril.
Por otra parte, este miércoles la agencia Bloomberg reportó que el día antes de que el presidente Trump anunciara su intención de imponer tarifas a México, López Obrador había aceptado detener a 800 migrantes al día.
Ebrard llegó el pasado viernes a Washington DC con una delegación mexicana con el objetivo de disuadir al gobierno de Trump de imponer aranceles a su país, algo que consideran que podría ser contraproducente.
Pese a que las cifras del gobierno mexicano muestran un incremento en el número de migrantes centroamericanos deportados (80,537 entre diciembre de 2018 y mayo de 2019), el aumento en los flujos migratorios hace que sigan llegando más cada mes a la frontera sur de EEUU.
Cada vez más voces críticas republicanas
Las negociaciones entre la delegación mexicana y los funcionarios estadounidenses se producen mientras en las filas republicanas aumentan las críticas a la propuesta de Trump.
El líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, manifestó el disgusto de los conservadores con la amenaza: "No hay mucho apoyo a los aranceles y aún esperamos que puedan evitarse", dijo el martes tras una reunión el Congreso entre senadores de su partido y representantes de la istración Trump.
Entre los congresistas más críticos con la amenaza de Trump está el republicano Ted Cruz: "No hay razón para que los granjeros, rancheros, fabricantes y pequeños negocios de Texas paguen el precio de nuevos impuestos masivos", se quejó el parlamentario al recordar que su estado depende fuertemente del comercio internacional.
De hecho, Texas sería el estado más afectado por las tarifas propuestas para los productos mexicanos, un impuesto que, según la Cámara de Comercio de Estados Unidos, en la cuantía más alta propuesta por Trump (el 25%) supondría 26,750 millones de dólares para las importaciones de Texas. Los otros estados más afectados por el arancel serían Michigan, California, Illinois y Ohio.
Pero mientras en casa recibe críticas, el presidente Trump se mantiene firme en su propuesta de implementar los aranceles a partir del 10 de junio y desde Reino Unido advirtió a los legisladores que serían "tontos" si trataban de detenerlo.