Trump o Biden: los 9 estados que definirán quién será el próximo presidente
El camino del presidente Donald Trump hacia la reelección parece una tarea más cuesta arriba a pocos días para las elecciones, según muestra el promedio de encuestas a nivel nacional.
Para ganar la Casa Blanca, el demócrata Joe Biden o el republicano tienen que ganar en distintas combinaciones de nueve estados clave en los que Trump venció en 2016 pero en los que el exvicepresidente está ganando terreno. Estos estados, llamados "campos de batalla", son: Florida, Arizona, Michigan, Pennsylvania, Wisconsin, Carolina del Norte, Georgia, Ohio, Iowa (algunos sondeos incluyen Nevada, que también es un punto de tensión entre los candidatos).
Ganar en solo tres o más de esos estados, además de los que ganó Clinton en 2016, probablemente sería suficiente para poner a Biden en la Casa Blanca.
Trump necesitaría ganar al menos seis de esos estados para lograr un segundo mandato. (Puedes ensayar posibles resultados en nuestra calculadora electoral)
Las encuestas ahora muestran que los estados ‘rojos’ confiables de Trump en el corazón rural del país están rodeados por estados azules o púrpuras, incluidos algunos que Trump logró ganar con gran sorpresa en 2016.
"Al final, se reducirá a esos tres estados que jugaron un papel tan importante en 2016", dijo Matt Terill, un exconsultor del Partido Republicano que ahora trabaja para Firehouse Strategies, una firma de consultoría corporativa en Washington DC.
Trump terminó ganando Pennsylvania, Michigan y Wisconsin, por menos de 80,000 votos, lo que le dio 46 votos electorales y lo llevaron a la Casa Blanca. Mientras que su oponente, Hillary Clinton, ganó el voto popular por poco menos de tres millones en todo el país, pero perdió en el Colegio Electoral.
Más allá del despunte de Biden en las encuestas, los expertos apuntan a la apretada, pero victoria al fin, que Trump obtuvo en 2016.
"Mucha gente se muerde la lengua por lo que sucedió hace cuatro años”, dijo Terill.
Trump y el dinero
Este año, Trump no tiene la ventaja de postularse como un antisistema o antipolítico que llega a "drenar el pantano" de Washington como lo hizo contra Clinton, una veterana de carrera. Aunque el presidente insistió en su último debate contra Biden en presentarse con el ropaje del 'no político', ahora es el titular con un historial político que defender frente a un Biden que ahora lidera a Trump en muchas encuestas por márgenes más grandes que los que tenía Clinton en 2016.
Trump también está algo limitado para organizar sus mítines en estadios grandes como lo hizo en 2016, como resultado de la pandemia de covid-19. En la competencia del 2020 se trata más sobre quién tiene más dinero para comprar publicidad en televisión, radio y digital. Se han gastado más de 1,500 millones de dólares solo en la carrera presidencial, con Biden gastando más que Trump por un margen de 2 a 1.
El mandatario redujo la publicidad en Ohio, Michigan y Wisconsin, a pesar de estar por detrás en las encuestas. En cambio, tiene que desviar recursos para aferrarse a estados de tendencia histórica republicana como Carolina del Norte, Arizona y Georgia.
“¿Cuándo fue la última vez que se vio a un presidente republicano en funciones cancelar la publicidad en algunos estados clave para ahorrar dinero? El dinero no solo es un combustible para las campañas, también es un signo de salud política”, escribió el veterano analista político Charlie Cook.
Los republicanos están preocupados en Carolina del Norte, según Miles Coleman, del Centro de Política de la Universidad de Virginia. "Dijeron lo mismo en 2016, pero si Biden gana a lo grande, Carolina del Norte podría ser la guinda del pastel", dijo.
Al menos por ahora, la votación anticipada parece dar una ventaja a los demócratas, especialmente en Florida, Pennsylvania y Carolina del Norte. "Pero todavía quedan muchos días largos y noches cortas en esta campaña", dice Terrill.